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Friday, January 11, 2008

INTER-PEL(E)ANDO


por Gabriel Pizarro
Un interpelación a algún ministro de Estado es una de las herramientas con las que los Diputados ejercen la capacidad fiscalizadora que tienen deber de realizar por su investidura parlamentaria.
Una interpelación es en palabras bastantes más sencillas, la posibilidad de encontrarse cara a cara con quien, desde la situación de poder y responsabilidad que supone un cargo ministerial, debe responder por los actos cometidos durante su mandato. Hasta ahí todo muy formal. Puede que sea simple de explicar, pero no por eso deja de ser formal.
En lo medular, la interpelación tiene tantas interpretaciones como fines busca quien acude a ella. Hasta ahora son cuatro los Ministros de la Presidenta Michelle Bachelet que han debido a acudir y poner la cara al Congreso. Fue así como “Interpelaron en Valpo un día” al ex Ministro de Educación Martín Zilic, por la movilización de los estudiantes secundarios, a la Ministra de Salud María Soledad Barría por la píldora del día después, luego el de Interior Belisario velasco por Transantiago y esta semana el vocero de Gobierno Francisco Vidal. Pero, a este señor ¿Por qué lo interpelan? Las razones son tan poco claras como los diálogos que terminaron siendo el show de la tarde en edificio del Congreso en Valparaíso. Se supone que Vidal se le interpelaría por el desvío de fondos a campañas políticas y su responsabilidad en Chideportes, pero no ahora; sino en su gestión anterior durante el Gobierno de Ricardo Lagos.
Extraña cosa. El reglamento impide que las preguntas se refieran a cuestiones que no tienen que ver con el cargo que desempeña al momento de la interpelación y es ahí, precisamente ahí cuando la gente se confunde y comienza a preguntarse para qué sirve una de estas interpelaciones.
Para muchos, decir las cosas a la cara y sin rodeos es mejor que acudir a la tan típica costumbre chilena de decir las cosas indirectamente y de preferencia a terceros, jamás al aludido. Lo lamentable de esta historia es que no se habló de pactado, que hasta el hermano del ministro salió al baile por su contratación en el INP y además quedó en duda si es que el señor Ministro es o no Magíster en Historia. Usted igual que yo pregúntese ¿A eso fuimos al Congreso?

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