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De lunes a viernes a las 16.00 en el 102.5 FM y a través de www.radio.uchile.cl, la periodistas Antonella Estévez y sus panelistas especializados se encargan de comentar la actualidad social y cultural, mostrando además lo más notable de la música popular facturada en Chile y en el resto del mundo. Entrevistas, cine y mucha información cada día en esta urbe de sonidos.

Tuesday, January 08, 2008

CONCURSO: Pequeña Gigante


foto por Leonardo
La organización del Festival Santiago a Mil nos dejo CD-Rooms que contienen la música del montaje “La Pequeña Gigante y El Rinoceronte Escondido”,y un documental con los mejores momentos del paso de La Gigante por nuestro país. Para llevarte uno tienes que contarnos tu historia personal con este personaje. ¿Dónde estabas cuando la viste? ¿Cómo fue esa experiencia?...recuerda con nosotros y serás recompensado.

13 Comments:

At 5:17 PM, Blogger Gerardo Silva Valenzuela said...

creo que la vi.... si la vi¡¡¡¡. Estaba en la Av. Recoleta, entre La Vega y Patronato, dormia una siesta, hacia calor y la gente queria estar cerca, ver como respiraba y movia sus ojitos mientras dormia.
TAmbien vi como comia helado, como se bañaba, como andaba en triciclo, como bailaba....pero lamentablemente la pude ver solo pot TV, no estaba en Stgo.... lo que mas me gusto de todo fue la gente.... como reia, como se emociono, como disfrutaba, como volvian todos a ser niños, como se dejaban envolver por esta magia.... asi quiero ver a la gente, que se tomen los espacios, que salgan en familia, que disfruten de la vida.... que vuelva a reir...¡¡¡¡

 
At 7:09 AM, Blogger Mauro said...

Originalmente me encontraba a un costado del Mercado Central pero era tal el hacinamiento que decidi cruzar la Vega Central y ubicarme en Avenida Recoleta mientras la marioneta articulada por una docena de Lipiputienes se desplazaban en mi direccion.El estar In Situ al costado de la Vega nos hizo persibir el "bouque" tipico de un mercado de abastecimiento,aromas a coliflores tomates y frutas y vegetale en general se colaban en el ambiente pero a la Pequeña Gigante parecia no importarle ya que bastaba ver y escuchar los comentarios de los mas pequeñitos para ver su sorpresa y alegria de tener una nueva amiga.Ellos no veian los hombres que articulaban esta gran marioneta y menos sus gigantes articulaciones solo comentaban reian y soñaban.... y click! click ! y mas click! mi Minolta capturaba momentos irrepetibles en la cual volvimos a ser niños por un instante...

Mauricio Canales

 
At 1:39 PM, Anonymous Anonymous said...

hola antonella y amigos de radiopolis: como una mujer que ya ha estudiado y optó por la vida en familia, debo decirles que ahora lidio con las labores de la casa, y el verano pasado vivia una crisis matrimonial. pero un dia con mi esposo nos dijimos que debiamos salir de una muy mala rutina que llevabamos y fuimos el domingo en familia al parque forestal, y estabamos ahí muy temprano, ya que cuando veiamos en la television el paso de esta niña, todo estaba repleto de gente. asi fue como quedamos en el lugar donde la pequeña doblaba hacia el frontis del museo de bellas artes y tomo de su peleta helada, jajaja. ahi se vino abajo todo con aplausos y gritos de alegria, todo muy bonito. y fue ahí que pense que este mundo aun nos guarda muchas cosas que nos van a sorprender gratamente y que todo un animo nuevo por la vida puede nacer al ver lo genial que nos dejo este royal de luxe con su pequeña gigante... no lo pense y bese a mi esposo por un buen rato y con emocion le dije que esta vida juntos ha sido muy bella y no me arrepiento de vivir nuestro tiempo, y el me dijo lo mismo... ahora vemos las fotos que tenemos de ese dia y nos emocionamos por la mala calidad que tienen jajaja ,porque son de celular, asi que ojala mi relato algo "sentimental", pero cierto los conmueva amigos y rememoren esos dias de amocion colectiva, donde no escuché mas que "que bonito" al paso de la petit giant. gracias. besos y abrazos. atte. carmen cayupy rain.

 
At 2:45 PM, Blogger Unknown said...

Yo sentado en mi cama convaleciente de una mediana cirugia de la cual fui objeto y con el control remoto como fiel acompañante...para poder ver la Pequeña Gigante en los noticieros, Hora 25 y uno que otro programa por un canal abierto. Sin comentarios...

CRISTIAN DEL FIERRO OTAROLA

 
At 12:25 PM, Anonymous Anonymous said...

HOLA!

Yo me gané ese CD con la gente del Stgo a Mil, pero sigan leyendo porfa!!!

Jajaja

Es que les quiero contar igual mi experiencia, porque aunque en mi caso disfruté mucho los pocos momentos donde pude verla (soy una persona pequeña) la magia que envolvió ese espectaculo no se me olvidará jamás.

Yo estaba con amiga casi cazando a la pequeña gigante. Corríamos de aquí para allá por las calles y cuando lográbamos verla, a mi amiga se le iluminaban los ojos, como quien hubiese visto de niño al viejo pascuero dejando los regalos en el árbol.

Creo que eso fue una de las cosas que más disfruté esos días. Más allá del calor y las pisadas, todos nos volvimos niños por un momento, dejándonos envolver por la sorpresa, la música y la magia.

Y eso, sería lo que quería contarles.

Muchos Saludos!

Maira Mora (no soy yo, es el nombre de mi amiga)

 
At 8:47 PM, Blogger Cassandra said...

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At 8:50 PM, Blogger Cassandra said...

Recuerdo que un amigo me dijo "la muñeca mea!!!" y yo hice la incoherente pregunta " y con olor?" no recibi respuesta... la verdad es que nunca supe la verdad, pero logre verla.. poco pero la logre ver... me empujaron, pisaron e insultaron... de hecho iba camino a matricularme a la u... iba con mi madre... y es de familia, porque ella dijo" oh.! un choque!!!" y le tuve que explicar...

Definitivamente la vi mejor en las postales callejeras que le dieron algo de dinero a mis ingeniosos compatriotas

Cassandra Castro Urbina

 
At 9:24 AM, Anonymous Anonymous said...

aquel domingo en esta ciudad de la nueva extremadura, e bajo de la micro en mapocho y me encuentro con un carro de primera a medio enterrar, pero no estaba ..ya donde ..plaza itaia..parto para ya, llego y de donde salio tanta gente...ya bueno...derrepente veo ahi esta... o porlomenos us cabeza...y mas aya una carpa..empieso a buscar un espacio... por aqu..no...por aca..no...aqui si....aqui si q no se ve nada....mas aya ...si encima de las bellas plantitas q alguna vez existieron aqui....me acomodo...y a esperar ..y esperar ...y esperar.
derrepente empieza el movimiento, se mueve la carpa, mete ruido, y en eso aparrece ese majestuoso artilugio de rinoceronte, rapidamente con mi camara haciendo marabales, ya se lo llevan bu que mala, pero como en toda buena marcha en la alameda, me he puesto a correr hasta el diego portales para agarrar un buen puesto, ya ahi instalado ...debuevo a esperar, pasan los minutos y a lo dejos, bum, y la gente a mi lado aahhh, ahi viene, ahi viene, se acerca se acerca, la gente tambien, luego los distingidos carabineros q nunca faltan dicen amablemente corrace, y en eso con mi camara amiga en mano pasa ella, montada en un auto, me mira, la miro, momento surreadista hasta q una señora me grita en la oreja.
bueno de ahi el trote se alargo hasta el paseo bulnes donde fue nuestro adios...
ahi ..los recuerdos en la retina y en algun rollo olvida y esperando algun dia conseguir un cartelito de eos q decian se busca...

Dino Rojas A

 
At 10:15 AM, Blogger Andrea Palacios said...

Me prepare para terminar mi día junto a la Pequeña Gigante la venía siguiendo a través de la prensa y mi imaginación que lentamente veía con expectación que podría hacerse realidad por algunos minutos
La Plaza de Armas estaba llena de gente de distintas partes y clases sociales y todos compartíamos la misma expectación intercambiando rituales urbanos y leyendas paralelas que surgían a partir de la historia principal, en eso se siente la música y como estremeciendo la tierra aparece ella haciendo realidad los sueños internos de cada uno de los que estabamos ahí, bailaba y se elevaba por el aire ante la admiración de todos
Fueron días muy felices para mi, porque pude soñar y jugar, correr por la Alameda sin miedo a que saliera un Guanaco solo un Rinoceronte que felizmente termino siendo atrapado.
Andrea Palacios Gómez

 
At 5:52 AM, Blogger Ximena said...

Vivo en Santiago desde hace unos 6 años y aún me sorprenden algunas cosas de esta ciudad, una de ellas fue la Pequeña Gigante. Durante el verano recién pasado salí a buscarla varias tardes, luego de mi trabajo, donde estuviera: la vi durmiendo, cambiándose de ropa, jugando (saltando), comiendo su paleta, haciendo pis, saludando, etc.
Lo que más me impresionó fue la tremenda convocatoria que tuvo su estadía en Santiago, tanta gente atenta a todo lo que pasaba, partiendo por las micros embestidas por el rinoceronte en La Moneda que al principio ni yo entendía, su recorrido que era seguido por cientos de personas, la prensa que todos los días narraba la noticia como "real" y a mi me daba la sensación de que "estaba ocurriendo", no en la sala del cine, ni en la sala de teatro, no para unos pocos sino para todo el que quisiera verla y sentirse niño de nuevo.
Me gustó verme codo a codo con familias completas, empleados, ejecutivos, indigentes, en fin, gente muy diversa disfrutando la belleza y la calidad de la puesta en escena. Fue un enero inolvidable!!!

 
At 4:12 PM, Anonymous Anonymous said...

Después de haber visto y participado de este maravilloso cuento, multitudinario y popular, siempre quise transmitir o contar mi expieriencia, "mi propio cuento" y, precisamente a casi un año del desembarco de esta mágica niña en tierras sudamericanas y chilenas, para nuestra tan dispar fortuna, tengo la oportunidad de hacerlo. Mi mirada tiene dos perspectivas, la primera respecto de la gente que estuvo ahí, que compartió conmigo el espacio y el espectáculo y que yo observé en su sorpresa y admiración, y la otra mi propia mirada, mi experiencia, mi viaje, mi fascinación...Bueno, mi primera visión tiene relación con ese mar de gente que tuvo la dicha y fortuna de ir al encuentro de la pequeña gigante y digo la dicha y fortuna porque ésta sensación se reflejaba en sus rostros, en sus expresiones, en sus miradas. Creo que la gente casi no daba crédito a lo que estaba viviendo, que un "supuesto" muñeco articulado cobrara tal vida y vitalidad, que los llevara a soñar, a vibrar, a creer; en su cálida mirada y en su amigable e inocente sonrisa, donde los más grandes volvíamos a la niñez, a vivir como nunca un cuento, como aquellos que nos contaron o leímos cuando niños, ahora hecho realidad y con nuestra heroína ahí, frente a nuestros maravillados ojos. Además lo que valoré desde un comienzo, cuando supe que esta pequeñita nos visitaría, y en ese momento pude vivenciar y observar con completa certeza y claridad era que ella no discriminaba, no se fue a encerrar a un lujoso centro de eventos del barrio alto, para subirse a un altar esperando que sólo los que tengan el dinero para compartir su mirada y su encanto lo puedan hacer, ¡No señores!, por fin la gente tantas veces discriminada, desplazada por su falta de recursos llegaba al encuentro de un espectáculo maravilloso, de un ser tan celestial, que venía de alguna manera a decirnos que también podemos ser parte de este cuento, de este sueño, ahora tan cercano y terrenal, y al revés!, ahora eran ellos los que tenían que bajar a mezclarse con el "pueblo", si así no lo hacían se perderían su luz y su magia. Iban a la Estación Mapocho, al Mercado, a la Plaza de la Constitución, ¡A la Plaza de Armas!. Ahí ví a muchas señoras platinadas, de elegantes trajes, algunas muy bien "enjoyadas" para distinguirse y no perder la categoría, a mucha gente linda, de buena cuna, de imponentes apellidos, munchos niñitos y nilitas bien, como arrancados de suntuosos jardínes infantiles o colegios de renombre y los más grandecitos de ostentosas universidades, todos ellos entrelazados, entremezclados con el "populacho", con la dueña de casa, con el obrero, el empleado, el vendedor, el estudiante con crédito o de la escuelita de la población, el pueblo que sueña con ser tomado en cuenta, con tener acceso a la cultura, al teatro, a la música, a exparsirse sanamente, para divertirse y olvidarse por un rato, de sus problemas, de sus deudas, de sus desvelos...Esa experiencia de ver sus cansados rostros iluminados, felices, disfrutando, siguiendo la historia, creyendo de verdad, con sonrisas luminosas y miradas esperanzadas, para mí, ya valió la pena y fue impagable...
Ahora en cuanto a mi experiencia personal puedo contar que, habiéndome informado con bastante anticipación de la venida de la Pequeña gigante y, por lo mismo, habiendo visto videos cortitos, de sus presentaciones en Europa, tenía mucha intriga e interés de ver de "que se trataba" este tan publicitado espectáculo teatral y, que me llamaba mucho la atención, se centraba, en una marioneta gigante y no actores de carne y hueso...la verdad veía con un poco de incredulidad este tan novedoso y majestuoso montaje venido del otro lado del oceáno, al cual le otorgaba un incierto pronóstico, principalmente en emoción y llevado por mi poco lúdica y escéptica visión de un espectáculo liderado por una marioneta
...Pero, al llegar la Pequeña y al ver sus primeros paseos por tv, la multitud que la seguía y los despachos en directo de expectantes y participativos periodistas me comenzó a entrar una ansiedad por verla de cerca, lo que pude concretar recién cuando yacía durmiendo en la Plaza de Armas, donde ya pude ver y sentir su mágica presencia, pero aún sin ver su dulce mirada...Mi encuentro definitivo (más que nada por temas de tiempo) fue el último día en la Plaza Italia, donde antes de saber realmente de que se trataba la presencia de la Pequeña, lo había organizado sólo como un paseo familiar, donde llevaría a mi compañera y a mi hijo de dos años a un bonito espectáculo teatral, que había causado mucho furor en Europa, siendo nosotros los únicos habitantes de sudamérica "privilegiados" con este "show" y gratis más encima, ¡que tal!...Ya al acercarme a la Plaza Italia, me dí cuenta que no estba en presencia de cualquier evento ordinario, al ver la diversidad de gente que lo compartía y disfrutaba y sus caras de expectación, ansiedad y asombro. Tratamos de buscar una buena ubicación, pero el mar de gente lo hacía muy difícil, sobre todo cuando comienza a despertar la Pequeña y la algarabía y la emoción, nos comienza a inundar, con esta extraordinaria experiencia que ya se comienza a vivir en carne propia. La lejnía mía y de mi familia, respecto a la ubicación de la niña me hacen emprender una desordenada y a veces muy riesgosa carrera con mi hijo subido en mis hombros y el sofocante calor del momento. Avanzamos por una calle lateral y aparecimos en la Alameda a la altura del Diego Portales, a lo lejos venía avanzando lentamente la pequeña y el rinoceronte más atrás, acompañados por esa gran banda de música, el increíble sonido de los platillos gigantes y el confeti que se arrojaba a gran altura, era el momnto de estar cerca y mirarla a los ojos de una vez por todas, pero cuando ya venía muy cerca de nuestra ubicación, el mar humano que arrastraba me hizo pensar que para tanto esperarla sería sólo un fugaz paso frente a nosotros, ya que por mi pequeño hijo me sería imposible seguirla con la gente, por lo tanto, hicimos una arriesgada apuesta; la veríamos bien o ahí terminaban nustros, ya a esa altura muy lúdicos, sueños de compartir con la Pequeña. Avanzando por el centro de Santiago (por calle Moneda para evitar la aglomeración de la Alameda) en pequeñas postas con nuestro bebé en brazos, llegamos a la Plaza de la Ciudadanía y el panorama no era muy distinto al de la Italia, gente por todos lados, ahora admás con mucho comercio ambulante, pensé que mi idea no había sido de las mejores, pero comencé a abrirme camino entre la muchedumbre para llegar justo a un costado de la placita que está en el bandejón central de la Alameda, entre la parte de atrás de La Moneda y la Plaza de la Ciudadanía, donde sería la despedida, ahí pudimos avanzar hasta estar muy cerca de las contenciones entre los espectadores y la gente de producción, técnicos, etc...Esta "privilegiada" ubicación, que por la hora podría llamar la antención, no era tan así ya que si este espacio estaba aún sin mucha gente era porque frente a él había un enorme globo publicitario, que tapaba completamente la visual, pero ocurre de que estando ahí y al sentirse a lo lejos el sonido de los platillos y ante la arremetida de la gente, mucha de la que estaba más adelante cedió su lugar, al igual que una de las contenciones, por lo que en una osada maniobra avanzamos hasta quedar, ya no frente al globo, sino frente a la zona misma donde sería el espectáculo final, creo que éramos, ahora sí, demasiado privilegiados. Al llegar la Pequeña Gigante al lugar sentí y viví una de las experiencias más hermosas y maravillosas que me ha tocado vivir, con mis seres amados y esta dulce y bella niña que, ya no era el "muñeco articulado", sino cual versión femenina de Pinocho, cobraba vida y comenzaba a repartir y a regalar miradas y dulces sonrisas que derrochaban alegría, ternura, paz y esperanza en un mejor futuro; ¡Qué una marioneta, una muñeca gigante creada por el Hombre nos hiciera sentir eso, nos dejaba un mensaje de paz y de esperanza en que el mundo puede ser mejor y podemos vivir en la Fraternidad y el Amor!, Allí,admirando a esta Niña, eramos todos iguales, no había clases sociales ni divisiones absurdas, y creo que por un momento volvimos a ser nuevamente "inocentes como niños" al creer de verdad en este cuento y quedar imprgnados por la bondad, la paz y la dulzura que irradiaba esta luminosa y mágica "Pequeña Gigante". Gracias a los que hicieron posible vivir esta experiencia, a Radiópolis por poder narrarla y compartirla y Gracias a mi compañera Carolina y a mi hijo Vicente, por haberme acompañado en ella...
Esperando que mi nuevo retoño, Pablito, pueda saber y conocer aunque sea en video, lo que vivieron sus Padres y hermano mayor en esos días, les daluda Atte.,
A. Espinoza González
Rut.:13.042.224-1

 
At 9:10 PM, Blogger María Paz said...

Yo la ví. Pero para eso tuve que acecharla por cada esquina y someterme a un duro entrenemiento para sobrevivir y dejar vivir en tumultos con niños, abuelitos y choros... porque en realidad, las aglomeraciones son pan de cada tocata o recital, pero fue difícil mirar a la pequeña sin pegarle un codazo a un niño, sin que un papá te dijera unas chuchás por empujar a su cabro, sin que las señoras se pusiera a reclamar porque eres más alta que ellas.
La pequeña big me permitió hacer cosas que sobria y en sano juicio no hubiese hecho, como subirme a un árbol de la plaza de armas o pagar 700 pesos po un agua mineral. Auqnue pareciera que mi experiencia hasta acá contada fue penca, con buen el poco buen humor que permitían los treinta y tantos grados No a la sombra, hicieron que todo eso constituyese más que nada un anecdotario. El deslumbramiento que producía la marioneta movida por los (waxones)liliputienses era tal que cuando pasaba por enfrente la gente dejaba de empujarse y todos se quedaban quietecitos mirando para arriba, sacando muchas fotos y apretando las madres a los cabros en sus hombros. Mi experiencia más cercana con la PG fue en la calle recoleta cuando por mera suerte quedé en primera fila, cuando una señora me cedió su lugar a cambio que sacara fotos y luego le diera copias. Esa vez ví como los de la royal de luxe le movían cada pelo a la marioneta, cómo la gente se maravillaba y a la vez me di cuenta de que en realidad las fotos se veian mejor con un fondo atochado de personas espectantes.
en el preciso momento en que la muñeca me daba la espalda en una curva, recuerdo que pensé "papá Artaud" rememorando a un profesor de media.

 
At 11:21 AM, Anonymous Anonymous said...

Aunque sea fuera de concurso, igual deseo dar mi testimonio, para que este junto a los ya entregados, especialmente junto a uno de ellos...
"Esa día mi pareja a la cual quiero mucho, pero con la cual no me llevo muy bien me invitó a Plaza Italia a ver a la 'Pequeña Gigante', la verdad es que no me hice ninguna expectativa, sólo fuí para salir un poco de la rutina y llevar a uno de mis 2 hijos que tengo con él, al 'Vicho' que es un poquito más grande que Pablo, y que pensamos le podía llamar más la atención. Al llegar allá la Pequeña Gigante estaba dormida, las calles estaban repletas de gente que quería verla...acercarce era casi imposible. Cuando se despertó y se levantó la pudimos ver mejor, era increíble lo que estaba viendo, yo sentí que me transmitía emociones, que era muy dulce y necesitaba acercarme cada vez más, entonces empezamos a correr por la Alameda para esperarla donde sería su despedida, corrimos y corrimos hasta llegar. Ahí había más gente esperando, todos empujaban nosotros también, porque todos queríamos estar lo más cerca que se pudiera y de repente Andrés (mi pareja) empezó a abrirse camino con nosotros de la mano, hasta que por fin estábamos al ladito de esa 'Niñita Marioneta' maravillosamente tierna que transmitía Paz, que te miraba y te daba escalofríos, su Magia era tan inmensa que la gente le gritaba y la saludaba como si pudiera oír de verdad, todos queríamos que sus profundos ojos, nos miraran aunque fuera un segundo y nosotros fuímos afortunados, la Ñiña nos miró y sentimos "contacto"...Entonces abracé a Vichito y a Andrés y le dije; "Gracias Andrés, ¡te pasaste, es maravilloso!...Desde ahí hasta que terminó el día sólo hablamos de lo que habíamos visto, de los Unidos que nos sentimos, no hubo discusiones ni diferencias, sólo coincidencias...
¡¡Gracias Pequeña Gigante!!"
Espero les haya gustado mi experiencia, que está muy unida a otro comentario. ¡Se darán cuenta a cual!
Saludos,
Carolina Araya.

 

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