HAYA (ALLÁ)…, DÓNDE?

por Gabriel Pizarro
En La Haya, un Tribunal Internacional es donde chilenos y peruanos escribirán un nuevo capítulo en sus poco amistosas relaciones limítrofes. Hay que acentuar lo limítrofe, no vayan a creer que esta es una columna más con odiosidades que de cuando en cuando van de Chile a Perú y viceversa. Lo que pasa es que en general las bilaterales no son malas y varios gestos, como por ejemplo el perdonazo migratorio a los ilegales peruanos en Chile, son una señal de lo mismo.
Es imposible dejar fuera de esa visión, los capitales chilenos que hoy se invierten en Perú y en general la buena intención con la que la diplomacia de nuestro país enfrenta las crisis con Lima. Es que se ha tornado tan habitual que Perú esgrima temas pendientes con Chile cuando su situación interna se complica, que en realidad de no haber mediado esa tranquilidad desde Santiago, el panorama quizás habría sido bastante distinto.
Es el momento entonces de preguntarse ¿Por qué decide ese país acudir a un Tribunal Internacional para dirimir este tema pendiente? Las razones son varias y por cierto comienzan en el convencimiento de que se tiene la razón. Nadie va a un Tribunal a pedir lo que cree justo, sin tener al menos el mínimo de convicción y en eso, parece que los peruanos nos llevan la delantera. Para ellos no hay dudas que todos los acuerdos firmados después de la Guerra del Pacífico, les dan la razón sobre su delimitación marítima y que Chile al invocarlos, comete un error, ya que para ellos solamente se trata de acuerdos pesqueros o comerciales.
Si eso fija límites y determina fronteras, en el agua o en la tierra, será lo que precisamente deberá señalar la Corte en La Haya. Un caso que se abre hoy y que durará 5 o 6 años…, el período justo como para terminar por olvidar quién es el que tiene la razón.