Esto es Fantástico

En el cierre del 8° Festival de Cine Latinoamericano Caverna Benavides, el pasado sábado 26 de enero, se firmo el manifiesto “Nueva Sangre”, un documento que podría llegar a ser un paso histórico para el desarrollo de cine de género en nuestro país.

Esta iniciativa esta encabezada por los realizadores Jorge Olguín (director de las películas de terror "Ángel Negro", "Sangre Eterna" y de la próxima a estrenarse "Solos"), Ernesto Diaz ( responsable por la primera cinta de artes marciales hecha en Chile "Quiltro" y de "Mirageman", que llega a salas a mediados de marzo) y Miguel Ángel Vidaurre (director de carrera de la Escuela de Cine de Chile y realizador de "Corazón Secreto" y de la cinta –protagonizada por Felipe Braun y actualmente en post producción- "Oscuro/Iluminado"). Estos directores se comprometieron a cumplir con trece auto imposiciones para desarrollar nuevas películas de cine fantástico, hechas en Chile.

Entre los puntos del manifiesto se incluye que las películas se filmarán sin guión previo y que se dispondrá de un máximo de 20 días de rodaje con un equipo técnico que no debe ser superior a las diez personas. Además se hace énfasis en que las películas del grupo “Nueva Sangre” deben cumplir con los estándares tanto de contenido, como de calidad que se les exige a las cintas de género para su distribución internacional.

¿Qué podría tener de trascendente este manifiesto? Bueno, pensando en que la cinematografía nacional se ha caracterizado por el naturalismo y por las formas clásicas de construcción narrativa, es interesante la propuesta de estos realizadores de abrir un camino paralelo, una manera alternativa para la creación y la distribución de cine de género. Un cine que, en general, ha sido muy mal mirado y poco cotizado en nuestro país, pero que a nivel internacional posee un público fiel que trasciende fronteras. Prueba de ello es que la cinta “Sangre Eterna” logró distribución en video en lugares tan ajenos para nuestra cinematografía como Japón o Portugal y que la película “Mirageman” es la primera cinta chilena que ya logró un acuerdo para estar en más de 300 salas de cine en Estados Unidos.

¿Podría decir uno que este manifiesto es un gesto publicitario? Claro que si, todos los manifiestos lo son. Pero hay algo aquí que podría ser realmente importante para la producción nacional. Este grupo de cineastas tiene la posibilidad de demostrar que es posible hacer cine creativo, de buena calidad y bajos costos en Chile, cine que puede acceder al nicho internacional que poseen las películas de género. Cine realmente de exportación, pero con la rareza agregada de venir de un país tan extraño, para este tipo de películas, como Chile.

Alguien me decía que, al utilizar modelos de producción extranjeros, este tipo de iniciativas no hacen ningún aporte al desarrollo de la identidad chilena. Y allí nos introducimos con un gran tema ¿Qué se supone que es el cine chileno? No olvidemos que lo que, en general, apreciamos como cine propio: naturalista y realista, tiene sus orígenes en el cine de post guerra europeo. No hay posibilidades de decir que cierto tipo de cine es propio de nuestro país. Lo que puede ser original y valioso es el uso que hacemos aquí, con nuestras historias, de los formatos ya conocidos.

Díaz, Olguín y Vidaurre se comprometieron a tener, de aquí a un año, la película “Nueva Sangre”, dirigida en segmentos por los tres y siguiendo los trece puntos de su manifiesto. Sólo el tiempo dirá si este documento cambiará en algo el panorama audiovisual chileno… Sin ser fan de los vampiros o las patadas, la idea de imprimir sangre nueva a nuestro cine, me entusiasma.